Baleària - Terminal Marítima Port Dénia - Dénia, Alicante

Sandra F.

Me encanta Balearia. Viajo mucho con mi perrita y no tengo ninguna queja. Son puntuales, los barcos son limpios y muy modernos y son muy amigables con los perros. Mi perra de 7 kilos tiene un problema cardíaco y me dejaron que viajara con nosotros en butaca. Estoy encantadísima.

SFM

El ferry tiene unas butacas muy cómodas para viajar a Mallorca o también a Menorca, tienes de todo dentro y fuera tienes unas terrazas para ver las vistas del punto de llegada o del mar. Son muy puntuales en el tema del horario de llegada y de salida.

El R.

Puntualidad y máxima comodidad, el precio es bastante más elevado si se reserva con antelación, no estaría mal algún descuento. En cuanto al parking del puerto da lugar a confusión tener que sacar el ticket en la máquina y entregárselo a cualquier trabajador sin más, con la matrícula debería ser suficiente para abrir la barrera y no haya confusión y atascos para entrar. El personal muy amable.

patricia M. S.

Muy mala experiencia con ellos, no te informan de nada.
Después de comprar billetes para Formentera con coche no pudimos llevarlo ( nos tocó alquilar otro) ya que habia cambiado la ley y nadie nos lo comunico hasta 48 horas antes, en ese momento ya era imposible poder meter el coche en la Isla( ya que estaba todo ocupado.)
Te dan la razón pero no te devuelven dinero y no te dan solución ( muy poco formales)
No los recomiendo, la atención al cliente pésima.

E1000io ?.

La reserva por Internet es muy fácil de hacer.
Te pone todos los detalles de como embarcar y donde están los puntos de salida de los ferrys.
Los asientos son espaciosos y el ferry permite la movilidad tanto por dentro como por fuera.
Dispone de servicios de comida y bebida y no son excesivamente caros.
Aconsejo comparar el precio de avión+alquiler de coche y el del ferry con transporte de vehículo. A mí me salía más barato llevarme el coche a ibiza que alquilar uno allí.

Charly

Todo muy bien. La verdad que así da gusto viajar. Sin extras en las maletas, sin colas, comodidad y no te penalizan porque el tamaño de la maleta pase de ninguna norma. Creo que voy a viajar más en barco a partir de ahora.

Patri G.

Una experiencia que recomiendo.

Siempre he viajado a Ibiza en avión, varias veces, pero por circunstancias de horarios me decanté por la opción de ferry en esta ocasión.

Te lo ponen todo súper fácil, desde el embarque hasta que llegas a tu asiento. Tengo que decir que yo pagué por butaca para ir más cómoda y descansar, no estaba sentada en cafetería, dado que allí el jaleo es inevitable y prefería descansar.

El acceso a cafetería lo tienes a mano, igual que la salida para poder disfrutar de las vistas y de la brisa marina, donde podías estar libremente sentado en asientos colocados por toda la cubierta.

El desayuno bien, una tostada muy rica y caliente con tomate y tenían hasta leche sin lactosa, lo que es de agradecer.

Lo mejor: las vistas y los butacones que son enormes y puedes dormir un ratito.

Lo peor: que los asientos no están numerados y tienes que llegar con tiempo si quieres sentarte en ventana.

Nicolas H.

Tuve una experiencia muy negativa en un barco de Baleària. Durante el desembarco, en la zona de los vehículos, un hombre me agredió físicamente, y también golpeó a mi padre cuando intentó defenderme. Lo más preocupante fue la reacción (o más bien, la ausencia de ella) del personal de a bordo: había al menos cuatro empleados cerca que presenciaron el incidente, pero ninguno intervino ni ofreció ayuda. Me miraban como si no existiera.

Cuando pedí que alguien me acompañara para identificar al agresor y actuar como testigo en caso de que el problema escalara, me ignoraron por completo. Solo dijeron que habían llamado a la policía —lo cual está bien—, pero en ese momento necesitaba apoyo inmediato, no solo una llamada. Si el agresor hubiera estado armado, podría haber pasado una tragedia.

Más tarde, hablé con el primer oficial del barco para relatar lo sucedido y sugerir mejoras, pero su actitud fue defensiva y grosera. Me interrumpió constantemente y mostró una total falta de empatía, hasta el punto de evitar el contacto visual cuando le hablaba. En lugar de mostrar interés por mejorar o asumir responsabilidad, insistió en que todo se había hecho correctamente, algo con lo que no estoy de acuerdo en absoluto.

Una situación así exige preparación, humanidad y acción por parte del personal. Lo vivido fue inaceptable.